domingo, 20 de noviembre de 2011

MANTENIMIENTO DE POSTURAS FORZADAS O PROLONGADAS

Durante la actividad profesional adoptamos posturas inadecuadas o nos mantenemos mucho tiempo en la misma posición, ya sea de pie o sentado. En la mayoría de los casos, estas posturas producen lesiones en los músculos, tendones, articulaciones o en los nervios que afectan a las manos, los brazos, el cuello o la espalda. Estas lesiones, llamadas trastornos músculo-esqueléticos, también están influidas por la edad, la categoría profesional, el diseño del puesto de trabajo, las herramientas utilizadas, etc., y representan una de las primeras causas de baja por enfermedad laboral.
Las ocupaciones del grupo 3 que suelen desempeñar su actividad durante los preparativos y desarrollo del rodaje, realizan su actividad manteniendo la misma postura durante espacios de tiempo que a veces son prolongados. Si bien los riesgos son específicos para cada ocupación, todos ellos están sometidos a sobre-esfuerzos físicos.




OPERADORES DE CÁMARA


En el trabajo de los operadores de cámara hay que tener en cuenta la variedad de posturas que se pueden adoptar si la cámara está fija en tierra, fija en altura, móvil en tierra, móvil en moto, en coche, en helicóptero, en barco o submarina.
La grabación con cámara fija o móvil en tierra es el caso más frecuente. Estos profesionales suelen realizar su trabajo de pie de forma continuada. Al mantener esta postura durante toda la jornada se
producen efectos indeseados: dolor de espalda, dolor en las cervicales, varices, etc. A veces la cámara no se sostiene sobre un trípode sino sobre el hombro como es el caso del reportero gráfico que, a su vez, realiza giros repetidos de cadera, movimientos bruscos con el cuello, torsiones del tronco, flexiones de las piernas, etc. Debido a la tendencia del operador a compensar el peso de la cámara con posiciones forzadas, los efectos indeseados y el riesgo de lesiones aumentan.

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